El departamento autonómico declara de emergencia la valoración de las afecciones por la erupción volcánica.
Se destinan 90.000 euros para poder contar con los equipos tasadores y técnicos colaboradores de Agroseguro.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias ha resuelto declarar de emergencia las actuaciones encaminadas a la inmediata y urgente valoración de los daños producidos en instalaciones y medios de producción agrícolas y ganaderos ocasionados por la erupción volcánica en la isla de La Palma.
Y para ello, ha adjudicado la ejecución de las actuaciones de valoración a la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados, S.A. (Agroseguro), con lo que el Ejecutivo regional destina un total de 90.000 euros de fondos propios para que los trabajos de revisión se ejecuten en el plazo de un mes, y en otros cuatro meses, máximo, para el desarrollo de las valoraciones.
Dado que el riesgo de erupción volcánica no se encuentra amparado en el 43º Plan de Seguros Agrarios Combinados, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca asume con fondos propios el poder contar con los equipos tasadores y técnicos colaboradores de Agroseguro para evaluar los daños en el sector agrario no amparados en la actualidad por los Seguros Agrarios Combinados.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, destacó que, conforme al informe preliminar sobre daños en el sector agrario de La Palma, elaborado por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, “el sector más afectado ha sido el agrícola y sus producciones”.
Desde la Consejería regional se considera que las valoraciones de los daños deben iniciarse de forma inmediata, permitiendo que las subvenciones convocadas mediante Orden de 21 de febrero de 2022, para el ejercicio 2022, destinadas a la reconstrucción del potencial agrícola dañado por la erupción volcánica en la isla de La Palma, dispongan de la valoración y cuantificación de los daños en el más breve plazo posible, posibilitando una respuesta rápida de la administración.
De igual modo, los agricultores damnificados podrán realizar con urgencia las reparaciones y reconstrucciones necesarias en las instalaciones e infraestructuras de las explotaciones, para poder continuar con su actividad productiva, por lo que las valoraciones pueden dilatarse en el tiempo.
La evolución del cultivo en el tiempo puede hacer imposible su valoración a posteriori, la identificación de daños o incluso la existencia de cultivo en el momento de la erupción y la relación de causalidad con la misma, por lo que es necesario ejecutar esos trabajos cuanto antes.