La Consejería tramita un anticipo de 13 millones para el sector platanero afectado por el volcán
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias asegura que se van a cubrir todas las pérdidas de producción en el sector platanero provocadas por la erupción volcánica de La Palma.
En relación a los daños, en el Valle de Aridane se ha contabilizado hasta el momento aproximadamente la pérdida del 80% de la producción de plátano, mientras que en el municipio de Fuencaliente una afección aproximada del 50%.
Con la finalidad de inyectar liquidez al sector, se anticiparán 13 millones de euros de fondos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para compensar la pérdida de producción.
A medio plazo y hasta el final de la cosecha, se irá evaluando el daño de producción real definitiva de cada productor para el pago de las pérdidas totales. Para habilitar ambas ayudas se está tramitando ya la orden que permite proceder a la concesión y los pagos, con la previsión de su publicación a final de mes. En este caso, para las pérdidas de producción por ceniza en las explotaciones plataneras, las ayudas se tramitarán sin que los propios cosecheros tengan que inscribirse en el registro único de afectados.
En el caso de pérdida de fincas por la lava, daños en infraestructuras, invernaderos o plantas, los propietarios deberán inscribirse de forma individual en el registro de afectados.
Desde la Consejería se está tramitando una convocatoria de la medida 5.2 del PDR para subvencionar, además de la reconstrucción de invernaderos, otros conceptos como otras infraestructuras, maquinaria o reposición de plantas.
Con respecto al POSEI, se ha propuesto a la Unión Europea que se mantengan las cantidades de referencia a pesar de que se reduzcan de forma considerable las ventas de plátano, y que se exima de la obligación de vender un mínimo del 70% de la producción. También, que se mantenga la cantidad de referencia para los propietarios de fincas sepultadas por la lava.
Por último, se está trabajando en un diagnóstico de suelo agrario que pueda ser utilizado para reiniciar la actividad de las fincas sepultadas.