El ICIA presenta un proyecto de trampa sostenible para el ‘picudín’ de la palmera
La iniciativa se enmarca dentro de la investigación para controlar la plaga de Diocalandra frumenti en el Archipiélago
La investigadora Estrella Hernández destaca que se trata de una estrategia sostenible que ha tenido resultados positivos
El Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, ha presentado en la mañana de hoy, jueves 7 de abril, un proyecto de trampa sostenible para capturar a la Diocalandra frumenti, también conocida como el ‘picudín’ de la palmera.
La iniciativa fue dada a conocer en el marco del II Simposio sobre la lucha contra Diocalandra frumenti en Canarias, celebrado en el Cabildo de Lanzarote y cuya organización la llevaron a cabo las empresas Fertinyect y Canariensis Paisajes SL. Estas ponencias están dirigidas a técnicos, gestores y personal de parques y jardines.
Tras más de ocho años de investigación, el ICIA ha desarrollado un nuevo sistema de trampeo de Diocalandra frumenti, una plaga que afecta a las palmeras en Canarias. La entidad, junto a las empresas EPA SL, especializada en el desarrollo de nuevas feromonas, y la empresa canaria Ecobertura, especializada en diseño de trampas y seguimiento de plagas agrícolas o forestales, han creado una trampa sostenible, hecha de fibra vegetal, sin insecticidas, biodegradable y compostable. Además, se puede colocar en las palmeras desde el suelo, lo cual reduce las dificultades, ya que no es necesario el uso de una maquinaria particular ni tampoco de personal especializado.
La investigadora del ICIA encargada del proyecto, Estrella Hernández, destaca la importancia de esta nueva técnica para el control de Diocalandra frumenti, ya que permite el seguimiento y control de las poblaciones de esta plaga “que afecta tan gravemente a las palmeras, que son un símbolo de las Islas, y en particular a la práctica del guarapeo así como otras actividades asociadas a la misma”.
Hernández explica que “el sistema de trampeo incluye un componente físico, la trampa, combinado con atrayentes, una feromona y una kairomona, y un retentivo para capturar a los insectos”. Además, incide en que “es fundamental hacer un monitoreo para detectar dónde hay Diocalandra frumenti”.
En la primera etapa de la investigación se identificó la feromona de Diocalandra frumenti, con la colaboración con otras entidades como el Centro de Ecología y Química Agrícola, Universidad Politécnica de Valencia (CEQA), y junto a la empresa Ecología y Protección Agrícola SL. En una segunda etapa se ha desarrollado la trampa junto a la empresa Ecobertura SL.
La trampa desarrollada por el ICIA está en proceso de obtención de patente y registro de determinados medios de defensa fitosanitaria y se estima que esté disponible comercialmente este año. Hernández detalla que se llevaron a cabo más de cincuenta ensayos en campo, con la participación de personal de la empresa Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR Canarias), para determinar cuál era la mejor trampa y dónde se debía ubicar. En ellos se llegaron a contabilizar más de 600 individuos capturados en una trampa en una semana.
Parte de esta investigación ha sido financiada por la Dirección General de Agricultura del Gobierno de Canarias y ahora se ha enmarcado dentro del proyecto europeo ‘Guarapo’ de conservación y gestión de los palmerales insulares macaronésicos mediante el aprovechamiento sostenible. Actualmente, se continúan los ensayos en Tenerife y en La Gomera, donde se está trabajando en la contención de esta plaga en Valle Gran Rey para evitar que afecte a las zonas guaraperas.
Por su parte, la investigadora del ICIA Carina Ramos dio a conocer los ensayos del control de la plaga y las experiencias llevadas a cabo en La Gomera y Tenerife